Las mejores oraciones para protección personal, familia y propiedades, Aprende a defenderte de las malas intensiones injustas de las personas malas: https://www.youtube.com/playlist?list=PLol6SD-C9SOcDEMkwENSddEZ3K5gqHAm
La Oración antigua al Justo Juez es una antigua composición a base de la misma biblia, extraída hace cientos de años por hombres sabios que experimentaron lo espiritual con total dedicación entregaron sus vidas a la búsqueda de la comunión con Dios y cada párrafo esta inspirado y puesto a prueba y experimentación desde hace siglos. Toda Oración debe ser recitada en voz alta, la mejor recomendación es estar en una habitación libre de ruidos para mejor concentración, también es un buen lugar en la naturaleza donde nadie nos pueda ver o escuchar ya que nuestra platica es con Dios y el nos escucha siempre, sin embargo si perdemos concentración en un distractor estaríamos cortando el efecto de la oración, Repite la Oración al Justo Juez para eliminar de tu vida todo enemigo visible e invisible, proteger a tu familia y tu gente, elimina envidias, rencores, malas lenguas, malas intensiones y evita futuros problemas haciendo oración. Cierra los ojos, escucha con atención y repite según lo escuchado:
Padre Nuestro que estas en el cielo, santificado sea tu nombre, venga a nosotros tu reino, hágase tu voluntad en la tierra así como en el cielo, danos hoy nuestro pan de cada día y perdona nuestras ofensas, así como nosotros perdonamos a los que nos ofenden, no nos dejes caer en la tentación mas libranos de todo mal, porque tuyo es el reino, el poder y la gloria ahora y siempre, por los siglos de los siglos; Padre mío, Dios del cielo, a esta hora en este momento mi Señor estoy ante tu presencia, solicitando escuches mi petición y permitas cumplimiento rápido ya que toda esta tempestad que estoy atravesando tiene mi vida en deprimente y solo tu tan solo tu mi Señor Dios puedes ayudarme
Divino y justo juez de vivos y muertos, eterno sol de justicia, encarnado en el casto vientre de la virgen María por salud del linaje humano.
Justo Juez creador del cielo y de la tierra y muerto en la cruz por mi amor. Tu que fuiste envuelto en un sudario y puesto en un sepulcro del que al tercer día resucitaste vencedor de la muerte y del infierno. Justo y divino Juez, oye mis suplicas, atiende a mis ruegos, escucha mis peticiones y dales favorable despacho. Tu voz imperiosa serenaba las tempestades, sanaba a los enfermos y resucitaba a los muertos como Lazaro y al hijo de la viuda de Naim. El imperio de tu voz ponía en fuga a los demonios, haciéndoles salir de los cuerpos de los poseídos, y dio vista a los ciegos, habla a los mudos, oído a los sordos y perdón a los pecadores, como a la Magdalena y al paralitico de la piscina. Tu te hiciste invisible a tus enemigos, a tu voz retrocedieron cayendo por tierra en el huerto los que fueron a aprisionarte y cuando expirabas en la cruz, a tu poderoso acento se estremecieron los orbes. Tu abriste las cárceles a Pedro y le sacaste de ellas sin ser visto por la guardia de Herodes. Tu salvaste a Dimas y perdonaste a la adultera. Te suplico Justo Juez, me libres de todos mis enemigos, visibles e invisibles: La Sabana Santa en la que fuiste envuelto me cubra, tu sagrada sombra me esconda, el velo que cubrió tus ojos ciegue a los que me persiguen y a los que me deseen el mal, ojos tengan y no me alcancen, manos tengan y no me tienten, oídos tengan y no me oigan, lengua tengan y no me acusen y sus labios enmudezcan en los tribunales cuando intenten perjudicarme. Oh Jesucristo, Justo y Divino Juez, favorecerme en toda clase de angustia y aflicciones, lances y compromisos y haz que al invocarte y aclamar a tu imperio de tu poderosa y santa voz llamándote en mi auxilio, las prisiones se abran, las cadenas y los lazos se rompan, los grillos y las rejas se quiebren, los cuchillos se doblen y toda arma que sea en mi contra se embote e inutilice. Ni los caballos me alcancen, ni los espías me miren, ni me encuentren. Tu sangre me bañe, tu manto me cubra, tu mano me bendiga, tu poder me oculte, tu cruz me defienda y sea mi escudo en la vida y a la hora de mi muerte. Oh Justo Juez, hijo del eterno Padre, que con El y con el espíritu Santo eres un solo Dios Verdadero. Oh Verbo Divino hecho hombre, yo te suplico me cubras con el manto de la Santísima Trinidad para que me libre de todos los peligros y glorifiquen tu santo Nombre. Divino y Justo Juez, acompáñame en mi viaje, líbrame de todo peligro o accidente, defiéndeme de mis enemigos y socórreme en mis necesidades. Padre Nuestro que estas en cielo, santificado sea tu Nombre, venga a nosotros tu reino y hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo, danos hoy nuestro pan de cada día y perdona nuestras ofensas como también nosotros perdonamos, a quienes nos ofenden, no nos dejes caer en la tentación y libranos de todo mal, porque tuyo es el reino el poder y la gloria ahora y siempre por los siglos de los siglos Amen. Repite esta oración siempre
